Geograficando, 11(2), diciembre 2015. ISSN 2346-898X
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Departamento de Geografía

 

RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

 

Carolina Cuesta y María Margarita Papalardo (compiladoras).Ingresos a las carreras de Geografía y Letras de la Universidad Nacional de La Plata. Investigación sobre prácticas de lectura y escritura. Editorial DUNKEN. Primera edición: agosto de 2015, 200pp. ISBN 978-987-02-8422-2

 

Adriana Villa

Facultad de Filosofía y Letras - Universidad de Buenos Aires
Argentina

 

Cita sugerida: Villa, A. (2015). [Reseña de: Ingresos a las carreras de Geografía y Letras de la Universidad Nacional de La Plata. Investigación sobre prácticas de lectura y escritura de Carolina Cuesta y María Margarita Papalardo (compiladoras)]. Geograficando, 11 (2). Recuperado de: http://www.geograficando.fahce.unlp.edu.ar/article/view/Geov11n02a07

 

Las que suelen llamarse en conversaciones informales “dificultades de los estudiantes” para la lectura, comprensión de consignas, escritura, expresión oral se han ido constituyendo en forma progresiva en una preocupación para los docentes que se desempeñan en los tramos iniciales de las carreras universitarias. En algunos ámbitos de dicho nivel educativo, hace ya tiempo que se avanzó en definir el problema y en plantear algunas estrategias, individuales y en casos institucionales, para apoyar el tránsito de los jóvenes entre la escuela secundaria y la universidad, un tránsito que implica el pasaje entre dos culturas institucionales diferentes ytambién, una vez realizado, la posibilidad de acceso a lugares de ventaja social. En el otro extremo de la amplia gama de reacciones, persisten todavía las clásicas culpabilizaciones a los trayectos anteriores de formación, acompañadas de la idea de que quien llega a la universidad debería tener ya adquiridas las herramientas necesarias para esta nueva forma de estudio.Ingresos a las carreras de Geografía y Letras de la Universidad Nacional de La Plata. Investigaciones sobre prácticas de lectura y escritura, publicado recientemente, se inscribe en y da cuenta del proceso seguido entre 2007 y 2014 por los equipos del área de Lengua y de Geografía que reciben a los estudiantes en la instancia de pasaje escuela – universidad en cursos de ingreso definidos como articuladores, no eliminatorios, apoyados en las políticasde inclusión educativa, permanencia y egreso sostenidas institucionalmente. Estos equipos, coordinados por Cuesta y Papalardo, constituyeron en objeto de indagación la práctica misma,apelando a una metodología cualitativa que les permitió ir construyendo marcos interpretativos de las fuentes y documentaciones reunidas sistemáticamente en la tarea: consignas de trabajo, elaboraciones escritas e interpretaciones de lecturas realizadas por los estudiantes, observaciones de clase, diseños curriculares y manuales escolares del nivel secundario, encuestas semiestructuradas tomadas a alumnos del primer año de la carrera.

Tres proyectos sucesivos del Programa de Incentivos a la investigación del Ministerio de Cultura y Educación de la Nación dieron marco a la investigación, realizada en el Centro de Investigaciones Geográficas/ Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IDIHCS-CONICET) de la Universidad de La Plata, producción de la cual hemos ido teniendo noticias en forma fragmentada en estos años a partir de su presentación en exposiciones, jornadas e intercambios ,y que ahora se presenta completa como compilación. Desde su sustento teórico, este libro entra en discusión con el de las prácticas y concepciones que promovió la Reforma Educativa de los ’90 en la medida que entiende la práctica de lectura y escritura como construida histórica, social y culturalmente. Esta concepción define el interés por aproximarse al conocimiento de los modos de leer y escribir que los estudiantes han adquirido en sus prácticas cotidianas y escolares previas y al delas formas que adoptan las intervenciones docentes que, en el curso de ingreso, pueden favorecer el pasaje a formas de lectura y escritura propias de los estudios universitarios. Se reconoce que éstas son sustantivamente originales en cuanto a su estructura, contenido y sentido para quienes se aproximan a ellas por primera vez. El pasaje de una a otras formas de lectura y escritura no es universalmente válido para todos los conocimientos sino que adquiere especificidades propias en las diferentes disciplinas. Estas especificidades derivan del mismo conocimiento y forma de expresión discursiva disciplinar; de allí que se aprenden junto con el conocimiento geográfico (en el caso que interesa en esta reseña) y no antes en un taller de lectura y/o escritura, como pudo pensarse en algún momento desde otras concepciones.

La compilación se organiza en cuatro ejes complementarios pero también relativamente independientes, que dan cuenta de los puntos de partida, los procesos, los avances y reflexiones de los equipos de investigación en relación con el recortado y profundizado objeto de estudio que es la lectura y la escritura para aprender en el momento de los ingresos a las Licenciaturas y Profesorados en Letras y en Geografía. Estos ejes son:

En relación con el ingreso a Geografía, en el primer eje, el artículo de Battistuzzi, Car, Demarco y Tarquini analiza registros de clase, cuadernillo de actividades y producciones escritas de los estudiantes en los Talleres de articulación realizados en 2010 y 2011. Surgen de estos análisis algunos lineamientos de formas de programación de la tarea y de intervención docente que consideraron facilitadores para apoyar el pasaje de las formas de leer y de escribir propias de la escuela secundaria a aquellas que lo son en la Universidad. Resultan de especial interés las consideraciones acerca de las tareas de escritura y reescritura y sus aportes para la complejización del conocimiento manifestado por los estudiantes.

En el segundo eje, Demarco, Papalardo y Tarquini se ocupan de las tensiones que encuentran entre la continuidad y la ruptura de las prácticas de la escuela secundaria con las primeras materias de la carrera de Geografía, utilizando como fuentes de información observaciones de clase. Encuentran cantidad de supuestos en juego en cuanto a qué saben ya los alumnos, qué se espera que resuelvan a partir de las consignas de lectura y escritura que se formulan y cómo los alumnos vivencian la lectura y escritura como procesos costosos que acaban resolviendo con frecuencia por medio de la literalidad, quedando allí expresada de cierta forma la tensión de la “doble agencia” de la universidad (como productora y re-productora, mencionada más adelante por Botto, en otro artículo del mismo eje)

Car y Cuesta, en la tercera instancia, realizan un análisis comparativo de los textos y guiones que organizan los trabajos prácticos de la cátedra Introducción a la Geografía entre 2000 y 2012, deteniéndose en los modos de definir y enunciar la tarea que se les solicita a los estudiantes. Encuentran que las consignas van distanciándose del clásico cuestionario que invita a reconocer aquellos sentidos que el texto expresa para dar lugar a instancias que no suponen que existe una única lectura, sino que orientandentro de la polifonía hacia aquellos conceptos que los estudiantes deberán significar como propios, a la vez que reconocerlos como construidos por autores. En este mismo eje, Tarquini plantea una revisión de las indicaciones de los Diseños Curriculares de Provincia de Buenos Aires para la escuela secundaria y de los libros de texto de uso frecuente en ella en relación con la concepción de la vinculación entre lectura – escritura – aprendizaje de la geografía que los sustenta. Plantea en este apartado una pertinente discusión entre la lectura y escritura entendidas como contenido procedimental y como práctica sociocultural construida en la geografía, a la que se definedesde el concepto de disciplina escolar.

El artículo con que inicia el eje 4, escrito por Cuesta, Papalardo y Zilio, aporta el análisis interpretativo cualitativo de las voces de estudiantes de la carrera de Geografía, recogidas a partir de encuestas semiestructuradas tomadas en el primer año de la universidad. Varias cuestiones llaman la atención respecto de lo que expresan sobre las dificultades que fueron transitando en cuanto a la lectura y escritura para ir aprendiendo el conocimiento disciplinar, el modo en que las fueron resolviendo, y las diferencias y similitudes con sus prácticas de lectura y escritura en la escuela secundaria. Se relevan aquí problemas definidos como extensión y complejidad de los textos, compresión de consignas, modos de lectura que se asumen, el tiempo que requieren lectura y escritura, las dificultades en la redacción del tipo de escritura. En relación con significados que se repiten, las autoras retoman la importante relación entre los modos de enseñar cada materia, la superación de dificultades y los logros que mencionan los estudiantes, la necesidad de repensar la idea del texto transparente para el lector y la de considerar que la lectura es también enseñable.

En conjunto, esta compilación presenta trabajos que, si bien dispares en cuanto a profundidad, extensión, amplitud, grado de avance y de construcción teórica, constituyen un “estado de la investigación” que aporta ideas, conceptos, bibliografía, metodologíaa la inquietud de quienes están comprometidos en la enseñanza universitaria y superior de la Geografía y a quienes investigan acerca de ella. Es un libro escrito polemizando con dos cuestiones: las prácticas institucionalizadas y los discursos construidos acerca de las mismas. Y es en sí polémico. Porque bucea en un campo poco conocido,en conocimientos empíricos que muchas veces quedan diluidos o atrapados en los intersticios de la enseñanza universitaria, para avanzaren su formalización. Y también puede resultar, ciertamente, o algo incómodo frente a la tranquilidad que suelen aportar las tradiciones, o un aporte para repensar y modificar las prácticas usuales.

 

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